por Lola Mendoza
En el San Francisco de los años 70, Chol Soo Lee, un inmigrante coreano de 20 años, es acusado y condenado a cadena perpetua por un asesinato de pandillas en Chinatown, que no cometió. Tras años luchando por sobrevivir, el periodista de investigación K.W. Lee se interesa especialmente por su caso, lo que da lugar a un movimiento de justicia social sin precedentes que unió a la comunidad asiática y estadounidense e inspiró a una nueva generación de activistas.
Casi cinco décadas después, Free Chol Soo Lee desentierra esta historia tan desconocida como esencial, elaborando un retrato íntimo del complejo hombre que la protagoniza y sirviendo de recordatorio urgente de que su legado es más relevante que nunca.
Desde el 7 de octubre, este contundente documental realizado por Julia Ha y Eugene Yi puede verse en MUBI, la plataforma de cine con curaduría.
Producida por la nominada al Oscar, Su Kim, la ganadora del Emmy, Jean Tsien y Sina Jo, la película se estrenó en el Festival de Cine de Sundance, donde fue galardonada con el premio al productor, del Instituto Sundance y Amazon Studios, por largometraje documental.
Un minucioso recorrido que, a través de un caso individual, muestra sobriamente las fisuras de una sociedad estadounidense racista, clasista e inclemente en su afán de marginalizar a las minorías étnicas. Una sociedad que, en algún punto de su historia, parece haber olvidado que su origen está, precisamente en la migración.
La película se convierte también en el relato de una época que, si bien parece lejana, no dista tanto en su esencia de la actual.
Emotivo, profundo, certero, este documental se erige como el testimonio histórico en modo crónica de una destrucción (in)humana.